Los últimos años han estado lejos de ser ordinarios, tanto para la ciberseguridad como para los negocios en general. La pandemia de COVID-19 ha cambiado permanentemente la forma de hacer negocios y los ciberdelincuentes se han adaptado a estos cambios, adaptando sus tácticas a la nueva realidad.
Si bien 2020 y 2021 han sido años excepcionales para los ataques cibernéticos, hay pocos indicios de que las cosas volverán a la "normalidad" en 2022. Los actores de amenazas cibernéticas probaron nuevas tácticas y técnicas, encontraron que tenían éxito y las agregaron a su arsenal principal.
En 2021, varias campañas de ataques cibernéticos y actores de amenazas cibernéticas se convirtieron en nombres familiares, ya que los impactos de los ataques cibernéticos se sintieron mucho más allá de sus empresas objetivo. El panorama de amenazas moderno se compone de ataques más grandes, más llamativos y de mayor impacto a medida que el delito cibernético se profesionaliza cada vez más y los actores de amenazas cibernéticas buscan extraer el máximo valor o impacto de sus ataques.
A continuación, analizamos más de cerca los principales desafíos que enfrentaron las empresas hasta 2021 y lo que pueden esperar en 2022.
Cada año, ciertas amenazas crecen rápidamente a medida que los ciberdelincuentes concentran sus esfuerzos en una técnica de ataque particularmente efectiva o lucrativa, como el ransomware o el cryptojacking. Sin embargo, una de las tendencias más preocupantes en 2021 fue el crecimiento del ciberdelito en todos los ámbitos.
Un crecimiento tan rápido de los ataques es un mal augurio para 2022. A medida que los actores de ciberamenazas refinan sus técnicas y aprovechan el aprendizaje automático y la automatización, es probable que la cantidad y los impactos de los ataques crezcan.
2021 demostró que los actores de amenazas cibernéticas están adaptando sus técnicas para adaptarse a un mundo cambiante y reflejar una industria en maduración. En lugar de permanecer en las sombras, los ciberdelincuentes están realizando ataques masivos a la cadena de suministro con impactos globales, interrumpiendo industrias clave con ataques de ransomware y moldeando sus tácticas para una fuerza laboral cada vez más móvil y centrada en la nube.
Defenderse de las campañas modernas de amenazas cibernéticas requiere la capacidad de responder de manera rápida y correcta a los ataques que evolucionan rápidamente y que pueden atacar cualquier lugar dentro de la infraestructura de TI de una organización. Las organizaciones necesitan visibilidad de seguridad integral, acceso a inteligencia de amenazas en tiempo real y una arquitectura de seguridad integrada que pueda respaldar la prevención y respuesta de amenazas automatizadas y coordinadas en toda la infraestructura de TI corporativa.